Mi Lucha es Bandera

Mi lucha paralela, la de políticas para deportistas de elite.

El ejemplo de cuando se quiere se puede. Una vez más, la bandera de la Ciudad de Buenos Aires flameó en el exterior, subió al podio y cientos de personas la conocieron.
Cada vez que enfrento una premiación en un torneo de esta magnitud siento lo que es ser Abanderado, lo que es sentir que tu bandera está ahí por tu esfuerzo y el de la gente que te respalda.
Sería bueno que no costara tanto llegar a una competencia anunciada con un año de anticipación, llegando agotado del estrés que causa la incertidumbre de poder viajar o no porque no llegás con la plata, por las dificultad de los trámites administrativos, porque confirmé mi participación 3 semanas antes con plata prestada, porque es luchar contra la marea...

Para el que nunca probó le recomiendo: fijese una meta, deseélo con todo su corazón, ponga el máximo de su voluntad, sea perseverante, sueñe, sueñe y sueñe, que con amor todo se logra. Pide que el Universo otorga. Lucha, porque no todo es fácil, y en la dificultad, en lo desgastante e imposible se haya la verdadera VICTORIA.

Gracias: Flia Turnes (los amo), amigos y compañeros (por el aliento, el aguante y el momento que vivimos en Riva), Sabon (por todo), Graciela (por enseñarme a luchar) y a la Dirección de Gestión y Planificación Deportiva de la Ciudad, Rubén Villán, Susi, Lili y a Roberto Monteagudo. Todos partícipes de que siga cumpliendo mis sueños.